El teléfono sigue sonando, pero no lo puedo encontrar. Trato de seguir el rastro sonoro mientras me pregunto dónde lo habrá dejado Juli. Finalmente lo rescato debajo de una pila de ropa que está en el piso. Atiendo apurada sin mirar el ID, pero la voz de Caro es inconfundible:
– ¿Amanda? ¡No sabés lo que me pasó!
– Hola, Caro. ¿Qué te pasó?
– ¿Viste que vos no me quisiste acompañar? No te lo digo para que te sientas mal…
– ¿Adónde? ¿A la charla en Eterna Cadencia? No es que no te quise acompañar. Me hubiera gustado ir, pero justo ese día se había armado una reunión de bloggers. No me iba a perder la oportunidad de conocer a Vir, a Ana, a Verónica, a Marcelo, a Vesper, a Hierba… Además, ¿qué tiene que ver?
– Como vos te fuiste a esa reunión, fui sola a la librería. Llegué temprano. Bueno, en realidad ya era la hora, pero nunca empiezan puntual. La charla se hacía en el bar, pero no quería esperar sola en una mesa, así que me quedé por ahí mirando libros y haciendo tiempo. Cuando me pareció que ya estaba empezando, me fui para el bar. Ya estaba en la puerta, a punto de entrar, ¡y no sabés a quien veo! ¡A Marcelo, mi último ex!
– ¿Y él te vio?
– ¡Claro que me vio! Me quedé en la puerta, nos miramos y mi cuerpo dio media vuelta y empezó a caminar hacia la salida con las pulsaciones a doscientos. Cuando llegué a la calle, tuve la loca fantasía de que me iba a seguir para preguntarme porqué había huído de esa manera. Pero más vale que se quedó sentado en el bar. Mientras pensaba que quizás me esté pasando con la dosis de de comedias románticas, paré un taxi y me volví a casa.
– Pero, ¿no daba para que lo saludaras y te sentaras en otro lado?
– No. Terminamos mal. Ni siquiera tuvimos una última charla para decirnos no sos vos, soy yo o quisiera que sigamos siendo amigos. Yo sabía que la pregunta era delicada, pero no pensé que íbamos a terminar así.
– ¿Qué pregunta?
– Le pregunté porqué seguía entrando en Match. Digo, se suponía que estábamos saliendo. ¿No podía parar de ver a otras un par de semanas hasta ver que pasaba conmigo? Yo había entendido que él quería lo mismo que yo, una relación exclusiva, pero después empecé a dudar. En todo caso, si la onda era que mientras tanto cada uno hacía lo que quería, yo tenía que saberlo. Así que la próxima vez que me llamó, charlamos un rato, quedamos en vernos al día siguiente y después se lo pregunté.
– ¿Y qué te contestó?
– En realidad, nada. ¡Y mirá que había respuestas para darme! Que le seguían mandando mensajes y le daba curiosidad saber quién era o que a veces se logueaba automáticamente sin darse cuenta. Hasta me podía haber planteado que hasta que no nos conociéramos más, cada uno quedaba en libertad de seguir viendo a otra gente. Pero no me contestó nada. Se enojó mucho, muchísimo y me empezó a gritar que estaba HARTO de las minas celosas, posesivas, invasivas y paranoicas. Que su ex era así, una enferma que lo perseguía y qué sé yo. Al principio, pensé que no había entendido y traté de explicarle que solo se lo preguntaba a título informativo, que él podía hacer lo que quisiera, pero que para mí era importante saberlo… Pero no escuchaba y siguió gritando hasta que en un momento me dijo: Nos vemos y me colgó.
– Nunca más supe de él. Consideré la idea de que estuviera muerto o amnésico, pero ahora que lo vi comprobé que goza de excelente salud. Pero no daba para acercarme y decirle: Hola, qué tal. ¿Todo bien? Cuando nos vimos, mi parte más instintiva se encontró ante el dilema de luchar o huir. Y optó por la huida…
1 agosto, 2010 at 11:34
sinceramente yo también habría huido.
en realidad el no tenía ni nunca tuvo respuestas para darle…alguien que no escucha y grita, que se queda en el enojo y en el YO mejor perderlo que encontrarlo… mejor dejarlo con su patología y tirar los dados de vuelta a ver que sale en una mano diferente
me encantó conocerte
la próxima podríamos hacer la reunión en Eterna cadencia, no?
beso
1 agosto, 2010 at 11:47
Buenísima idea. Nos volvemos a ver, vamos a un lindo lugar y si Caro decide volver a la librería, le servimos de escudo protector 😉
Besos
1 agosto, 2010 at 12:17
Ah los hombres son todos iguales1
claro, unos más iguales que otros..
Besos
1 agosto, 2010 at 12:22
¿Estás seguro de que son todos iguales? Qué mala noticia…
Besos
15 agosto, 2010 at 10:46
Todos igaules no!!!!
Algunos somos peores!
Buen domingo, dama!
16 agosto, 2010 at 23:39
¡No me digas eso! 😉
17 agosto, 2010 at 0:17
Es que hombres del montón sobran! jaja
1 agosto, 2010 at 14:38
A mi también me encantó conocerlos! Tenemos que repetirlo!
Me pasó lo que le pasó a Caro, pero después de tres años de estar juntos, y con mucho discurso que decía todo lo contrario de lo que estaba haciendo. No me dio por hablarlo, ni quedarme a escuchar excusas, ni gritos. Tan solo huir…. Es como dice Vir, tirar los dados y darse la oportunidad que salga una mejor mano!.
Sale!!!!
un beso
1 agosto, 2010 at 21:28
Buenísimo que haya salido una buena mano 🙂
Besos
1 agosto, 2010 at 16:56
Harta de la cobardía… Ay Amanda, me pasó lo que a Caro. Y má pior, digamos – creo que má pior por mi propia culpa. Entre la comodidad, la cobardía y hasta el extremo de la psicopatía, oscilan todas las posibilidades … y hay que irse de todas, porque ésas, no tienen arreglo. Besos,
Muñe
1 agosto, 2010 at 21:31
Hay cosas que no tienen remedio…
Besos
1 agosto, 2010 at 19:48
Para que era él el que estaba un poquito paranoico, no?
Besos!
1 agosto, 2010 at 21:31
Nooo, ¿te parece? 😉
Besos
1 agosto, 2010 at 20:59
Che, qué lindo encuentro, me prendo en el próximo!
Creo que todos los que conocés por internet nunca dejan de entrar en el sistema ni se dan de baja aunque los tengas»terriblemente enamorados», siempre me pasó lo mismo.
Besos!
1 agosto, 2010 at 21:32
¡Sí! Me encantaría conocerte 🙂
Besos
2 agosto, 2010 at 19:21
Juro que ese MArcelo no soy yo!
Jua!
Excelente encuentro, vamos por mas en «Eterna Cadencia» o donde fuere.
2 agosto, 2010 at 22:08
Ya sé que vos no sos ese Marcelo, no podés estar en dos lugares al mismo tiempo.
Totalmente, que se repita pronto.
Besos
3 agosto, 2010 at 3:59
Oye, que no todos somos iguales, algunos somos más histéricos… :0).
Y no piensan en los bloggers que están fuera de su país?
Que se la pasen bien en su próximo encuentro!!!
Besos.
3 agosto, 2010 at 13:41
Pensamos y los invitamos 🙂
Besos
4 agosto, 2010 at 17:05
Creo que la mejor arma es la indiferencia. Pero claro, todo eso se analiza despues, en el momento cada uno reacciona como puede.
Al menos Caro se preservó. No es poco.
BEsos
4 agosto, 2010 at 21:30
¿Soldado que huye sirve para otra guerra? 😉
Besos
5 agosto, 2010 at 9:20
Ah, el encuentro bloggero estuvo buenísimo, es cierto! Tanto me gustó que le propondría a tu amiga que tire la toalla como protagonista de novelas románticas y se vuelva blogger. No va a conocer a más hombres que a través de Match, claro, pero por lo menos va a dejar de sufrir con lo que le pasa con los personajes que conoce ahí: se va a dedicar a relatar sus propias historias y las de otros, y no sé por qué sospecho que esa actividad puede ayudarla a exorcizar los recuerdos que dejan los desconcertantes «Marcelos». 😉
Besos gigantes.
PD: voto por un próximo encuentro en Eterna Cadencia, claro que sí!!!
5 agosto, 2010 at 10:06
Le paso tu sugerencia.
Más votos para encontrarnos en Eterna Cadencia. Solo falta definir la fecha.
Besos
19 agosto, 2010 at 17:32
Otro histérico, aunque yo me hubiera quedado, ahí, altiva, airosa, mostrando que me afecta cero su presencia. 😀
28 agosto, 2010 at 22:27
Hola preciosa! Es increíble tu blog, me divierte mucho lo que escribes.Si gustas pasa a visitarme, sería un placer, hasta pronto!